EL BLOG DE LAS JORNADAS

martes, 21 de julio de 2015

12. PÉTALOS DE PÚRPURA SEDA, por ERNESTO DOMENECH VALERO

La brisa golpeaba con suavidad la ajada piel de Redha, sus ojos, enrojecidos por la aridez del desierto, apenas distinguían un horizonte a no más de diez metros de distancia, y su cuerpo, tambaleante, se esforzaba por no derrumbarse a cada paso.
Ya poco importaba abrazar esa superficie granulosa, que con su tonalidad dorada, invitaba al necio a morir en una opulente necrópolis nómada.
La muerte, tan previsible como aterradora.
Pero, qué importaba eso ahora. Tras sus pasos, los doce vasallos de Asser habían abandonado la calidez del desierto, ajusticiados por la magia de Redha.
Ella solo quería llegar allí, parecía un lugar agradable para morir.
Un pequeño lago pintaba de verde sus orillas, alimentando con sus aguas árboles de verdes hojas y flores de pétalos púrpura.
  

Ernesto Domenech Valero

No hay comentarios:

Publicar un comentario