EL BLOG DE LAS JORNADAS

miércoles, 21 de octubre de 2015

17. El anhelo del no, por Juan Antonio Barroso Campón

Sentado en la insufrible piedra uranita, se preguntaba qué demonios hacía allí. Él, que nunca se había presentado voluntario a nada, se vio obligado a seguir a su mujer.
Hijo, esa mujer será tu perdición. ¡Cuánta razón tenía su madre!
Y luego estaba lo de la carrera espacial. A los marcianos les entraron las prisas y querían ser los primeros en plantar la bandera en cualquier pedrusco. ¡No les importaba lo pírricas que fueran las conquistas!
Al final, el choque de la nave con los malditos terrícolas a la altura de Júpiter y la excusa de la crisis, lo dejaron en un planeta con el único traje para toda la tripulación.
Menos mal que le quedaba el consuelo de ver morir a todos los demás.

Juan Antonio Barroso Campón

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